Por José Martín/ EntrePalabras.com
Poza Rica, Ver.- «Ya voy para la casa, no te preocupes»: fueron las últimas palabras que la joven Ivette Liliana Hernández García le dijo a su esposo, hace casi 100 días, antes de desaparecer.
Es la frase que lleva incrustada en su mente, el señor Emilio Hernández Lara, padre de la joven de 27 años de edad que se extravió mientras regresaba de realizar unas compras en el centro de Poza Rica, ciudad ubicada en el norte de Veracruz.
Ivette Liliana fue vista por última vez el pasado 29 de abril del 2024, entre las calles Sabino y avenida Adolfo Ruiz Cortines en la colonia Chapultepec.
Ese día, sus tres hijos menores de edad, la esperaban ansiosamente porque tenían hambre y ella les llevaba unos tacos para comer. Pero nunca llegó.
Unas horas antes, Liliana Hernández se presentó con normalidad a sus cursos de pestañas y belleza en la calle 16 de Septiembre de la colonia Tepeyec. Don Emilio aseguró que sus compañeras de aula, tienen fotos que comprueban que ella estuvo ahí.
Al salir de clases, aproximadamente a la 12:40 de la tarde, avisó a sus familiares que iría al centro a comprar cosas para la cocina y unos tacos porque sus hijos estaban hambrientos después de regresar de la escuela.
Pero después pasaría a adquirir unos materiales que utilizaría para continuar con sus cursos. Esa fecha quedó de verse con una persona entre las calles Sabino esquina con el bulevar Adolfo Ruiz Cortines de la colonia Chapultepec.
Su esposo, al llegar a casa y notar que la puerta estaba cerrada, la llamó por teléfono, entre las 15:20 y 16:00 horas de la tarde, para preguntarle dónde estaban las llaves. Ivette Liliana sólo le dijo; «ya voy para la casa, no te preocupes… perdóname por traerme las llaves».
La última ubicación que mostró el GPS del celular de Liliana fue la calle 26 con avenida Uno de la colonia Cazones aproximadamente a las 18:00 horas de la tarde. Y desde entonces, hace 84 días, no la encuentran.
«Se fue con el novio, va a aparecer»: Ministeriales
Para la Policía Ministerial (PM), Ivette Liliana Hernández García no está desaparecida, solo huyó con el novio o amante, pero regresará a casa.
«Su hija se fue con el novio o amante, ya verá que regresará»: así con estas palabras me respondieron en la ministerial al pedir información sobre los avances de la desaparición de mi hija, narra el señor Emilio Hernández al recordar la forma en cómo lo trataron cuando acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE).
Para el papá de la víctima, las autoridades ministeriales sólo pretenden dar «carpetazo» a la desaparición de la joven Ivette Liliana porque asegura que no han investigado, ni tienen datos de las últimas llamadas telefónicas que hizo aquel 29 de abril.
Toda la información que poseen del caso es gracias a las investigaciones que han hecho personalmente y con recursos propios.
«No saber dónde está mi hija, es un dolor que traigo y que me consume por dentro», exclama don Emilio mientras confiesa que durante las noches no concilia el sueño al no encontrar a su amada hija.
Solo ruega y pide a Dios que le conceda el milagro de verla llegar a casa.