* En el pasado, las y los servidores públicos en Poza Rica recibían cúmulos de obsequios, pero en redes sociales se les desacredita y un agente de tránsito que proviene de familia en esta profesión rinde homenaje por el esfuerzo que se realiza a la vocación de servicio.
Lidia López/Poza Rica
En las redes sociales, actualmente toda persona queda expuesta al daño de su imagen de forma indiscriminada, y en el caso de las y los agentes de tránsito han sido objeto de comentarios desfavorables y la creación de memes para generalizar sin importar quién sea.
En los últimos años, celebrar el 22 de diciembre como día del agente de tránsito ha sufrido cambios considerables. En Poza Rica todo servidor público que tenía un punto de servicio para controlar el tránsito vehicular y peatonal recibía obsequios de infinidad de personas que reconocían su labor de una forma significativa para que los pudieran compartir con sus seres queridos.
Actualmente, las redes sociales se han convertido en el verdugo de todo usuario digital y de quienes no lo practican para causar estragos a la imagen pública, sin importar las consecuencias legales para persuadir a más personas, incluso al linchamiento mediático con o sin razón, con o sin evidencias.
El agente de tránsito ha sido objeto de malos comentarios, acusandole de corrupción tanto en imágenes fotográficas como en video, que al mismo tiempo ha sido útil para las autoridades correspondientes en actuar contra quien cometa abusos de autoridad sobre la ciudadanía, pero también se ha tergiversado la información para ocasionar una mala impresión del ejercicio.
Sin embargo, un servidor público activo de la Dirección General de Tránsito y Seguridad Vial, Israel Luna Hernández, ocupó sus redes sociales personales para defender está profesión, de la cual su padre también formo parte y reconoce el conocimiento y el amor al desempeño que adquirió y por ello decidió emprender el mismo camino.
Ocupo su experiencia personal para destacar la labor del agente de tránsito que diariamente realiza como regular el tráfico, mantener la fluidez vial, dar indicaciones a los peatones y conductores, y brindar asistencia en caso de emergencias. Y destaco que en cada situación, se esforzaba por mantener una actitud amable y compasiva, lo que le recordaba que su objetivo es servir y proteger a la comunidad.
Siendo un agente de tránsito busco la superacion profesional y descubrió que una de las características de el y sus compañeros es la vocación de servicio.
«La carrera de Israel como agente de tránsito no solo fue una historia sobre su éxito personal, sino sobre el impacto que una persona motivada y comprometida puede tener en su comunidad. Su historia es un recordatorio de que a veces, el acto más pequeño de servicio puede marcar una gran diferencia en la vida de las personas».
De esta manera es como Israel Luna dedico estas palabras, a sus compañeros veracruzanos desde la perspectiva personal que le ha dejado satisfacciones a pesar de la mala imagen que ciudadanos han ocupado para desacreditar el deber de las y los oficiales que atienden a automovilistas y peatones.