Por Misael Olmedo Sifuentes
Durante más de veinte años Alejandro Cardenas Gutiérrez ha encontrado en el comienzo de cada ciclo escolar una oportunidad laboral en forrar y engrapar libros de texto.
Afuera de la escuela primaria “María Enriqueta” ha ofrecido este servicio durante más de dos décadas en las que ha sido testigo del paso de miles de estudiantes.
Señala solamente son las primeras semanas de comienzo de cada ciclo escolar cuando logra desarrollar este oficio por el que cobra entre 10 y 30 pesos por libro.
Madres de familia consideran que su labor aunque es temporal les ayuda mucho, sobre todo para quienes trabajan, además de que consideran forrar un libro requiere de técnica.
“Nos ayuda a nosotros las mamás demasiado porque nos estresamos con nuestras labores de la casa y las que trabajamos la verdad nos estresamos y si es un estrés que forrarlos y como ahorita él cocerlos”, comentó Laura, una de las madres de familia.
Alejandro destaca que este oficio es temporal y el resto del año busca trabajo como pintor o albañil.