Por Mario NORIEGA VILLANUEVA
CARESTÍA
Quienes sostienen que vamos bien en economía, no tienen hija de abuelita, porque el bolsillo, donde se ve y muy bien esto, está más flagelado que nunca por los constantes aumentos en los precios de los productos solo de la canasta básica están fuera del alcance de cualquier salario. Lo demás «es ganancia».
Sin embargo, no hay autoridad del gobierno federal que pueda sujetar a los empresarios para que no incrementen tan considerablemente el precio de sus existencias que egoistamente han guardado durante mucho tiempo en espera de que se les permitiera este desorden que nadie puede detener.
Aceite, arroz, frijol, masa, tortilla, azúcar, cebolla, tomate y no se diga la fruta que supera el centenar de pesos, su costo. Ni con el » refuerza» económico de 60 y más, alcanza para maldita la cosa. Eso, es por un lado, por otro los servicios de transporte colectivo. Ninguna autoridad ha intervenido que caer como las manos de la corrupción que impera en dependencias afines cómo Tránsito del estado, policía de toda índole, fiscales y jueces incluso.
Total que todo entorno repercute lesivamente en el bolsillo de los ciudadanos y por ende, los padres de familia resienten mucho más está CARESTÍA que no tiene límites y menos en grandes almacenes cuyos dueños acusa una extraordinaria ambición por acumular más y más dinero cada vez. Nada más chequen los precios de los productos de la canasta básica e las grandes tiendas y verán que no hay ningún salario que satisfaga las necesidades de los trabajadores y los suyos.
Pero el gobierno que vive en otro México mucho muy distinto pretende engañar al pueblo mintiendo sobre la realidad actual y lo que todavía espera, cuando debería hablar con la verdad y detener está carestia que amenaza con tronar a los mexicanos, sobre todo los más pobres.
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